domingo, 21 de septiembre de 2014

Capítulo 8



Maratón 4/5

-Nick- Susurró. Corrí a su lado para poder coger su mano.

-Eddie- Me agache para abrazarlo.

-Mami- Comenzó a llorar.

-Sh cariño- Acaricié su pelo. -Estoy aquí- Solté algunas lágrimas y agradecí haber tenido toallas desmaquillantes en el coche. -No pasa nada.

-Es que yo- Estaba haciendo pucheros.

-Eddie no pasa nada, cariño no pasa nada estás bien ¿de acuerdo?- Asintió. -Me hiciste pasar un susto tremendo- Edwart miró su brazo y siguió el camino de la jeringa.

-Él es...- Susurró.

-Sí.

-¿Que hace aquí?- Preguntó confundido.

-Solo vino a verte, pero ya se va. En unos minutos. Está durmiendo por que tenía sueño.

-No soy tan tonto mamá- Dijo.

-Te dio sangre- Dije y Eddie hizo una mueca de asco.

-¿Donde está Nick?

-Con Anne.

-¿Quien es Anne?

-La madre de Harry.

-¿Tenemos que decirle Anne o abuela?

-No se- Sonreí. El doctor me había dicho que cuando terminaran el transpaso de sangre nos podríamos ir.

-¡Ah!- Gritaron detrás mio, comenzó a tocar una luz verde que estaba al lado de su camilla y una enfermera llegó preocupada. -Sacadme esto- Gritó, pnsé que podría soportarlo. -Oh mierda no- Gimió.

-Señor Styles tiene que estar tranquilo, es solo una jeringa.

-Sáquela- Comenzó a moverla.

-¡Harry!- Grité.

-Está bien Señora McGuire, la transfusión ha acabado- Dijo apuntando una pequeña pantalla que había en la sala., no entendía nada. A paso lento se acercó a Harry y comenzó a desconectar todo lentamente, como si quisiera hacerlo sufrir, reí al ver el rostro de Harry.

-¿Que pasa?- Susurró Eddie.

-Le asustan las agujas- Dije apuntando la que él tenía en su brazo.

-¿Como Nick? ¿por que?

-No lo sé- Toqué mi estómago, no había comido desde hace horas y esta es la hora exacta para el desayuno.

-¿Como está nuestra hermana?- Preguntó.

-¿Que?

-Thom.

-Oh, está bien- Reí.

-Genial, Nick no la quiere pero yo si- Seguiría con esto solo unos cuantos días más. Era gracioso.

-¡Ah!- Exclamó Harry.

-¡No puedes ser tan miedica, tienes 26 años!- Exclamó la enfermera frustrada.

-Usted es la culpable, tarda un año en sacar la puta jeringa.

-¡No me hable así!

-¿Que? Me ha dañado psicológicamente señora- Gritó enfadado, olvidándose de Eddie y yo.

-¡Está loco!- Gritó la enfermera comenzando a quitarle la jeringa a Eddie.

-Loca usted que estudia cinco años para después no saber quitarle la jeringa rápido a un paciente que le teme a esas cosas- Gritó.

-¿Que? Estudié muchos más años niño, no te permitiré que me hables así- Dijo la enfermera caminando hacia la puerta.

-Vieja fea- Bufó. Lo miré con una sonrisa en la casa. Oh dios, seguía igual. -lo siento, no debí decir todo eso.

-No, no debiste- Quité la sonrisa de mi cara y lo miré seria.

-Sabes que le tengo miedo a toda cosa con punta- Reí, claramente viendo el otro lado de sus palabras, Harry pareció entender y rió conmigo.

-Estáis locos- Bufó Edwart.

-Loco tu que me copias el pelo- Lo fulminó con la mirada.

-¿Y? ¿Tienes algún problema con eso?- Se alteró Edwart.

-¡Edwart!- Lo regañé, Harry tenía una sonrisa en su cara y lo miraba orgulloso.

-¡Claro que lo tengo! No tienes estilo propio.

-Oh claro, señor estilos- Gruño Edwart. ¿Por que estaba tan molesto? Él mismo quería ver a Harry.

-Gay- Lo fulminé con la mirada, ya era suficiente.

-Gay tu papá- Le respondió Edwart.

-¿Que tiene que ver mi padre en esto?- Preguntó Harry, enserio estaba peleando como si fuera un niño de nueve años. -Llama al tuyo y hablamos- Sonrió Harry. Edwart me miró como si me estubiera diciendo "Ya sabes que hacer".

-Te presento a mi mamá- Habló Edwart. -Seguro que es mucho más linda que la tuya y es un excelente papá- Dios... ahora entiendo todo. Edwart está molesto por que hizo que se cayera por las escaleras y no sabe que es su papá.

-No te discuto eso, campeón.

-¡¿Estás coqueteando con mi mamá?!

-Edwart para y tu Harry- Lo miré. -Eres bastante mayor para pelear con niños de nueve años, ya puedes irte, gracias por lo que hiciste pero es hora de que te vayas.

-No me iré- habló sentándose en la camilla. -No soy tan imbécil como para no darme cuenta de que podría ser mi hijo también. No soy tan imbécil como para no fijarme en que tenemos los mismos rasgos y las fechas coinciden- Me miró con esas miradas que matan.

-Tú no sabes nada- Susurré. Edwart no debería estar escuchando todo esto.

-Sé lo justo que debería saber.

-¡No! ¡No sabes!- Miré a Edwart que fulminaba a Harry con la mirada.

-Quiero una prueba.

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