sábado, 13 de septiembre de 2014
Capítulo 3
Acostar a Nick no era tan difícil cono acostar a Edwart. Empezando por su maldita manía de dormir sin ropa.
-Edwart ¿puedes hacerme caso una maldita vez en tus nueve años?- Exclamé ya cansada.
-¡Odio dormir con ropa!
-Ponte unos bóxer- Me levanté de la cama donde estábamos sentados y busqué unos en su armario.
-No me los podré.
-No dormirás con Santas si no te los pones.
-¡No lo haré!
-Bien, mira a ese perro- Me acerqué a él y giré su cabeza hasta Santa. -Dormirá solo hoy y pasará frío, tu no quieres eso ¿verdad?
-Es verano.
-¿Sabías que los perros tienen frío en verano?
-Es verano- Rió.
-¿Que sabes tu? Nunca te ha ido bien en el colegio y casi te expulsan en preescolar por besar a las niñas.
-No recuerdas mi pasado- Murmuró acostándose en la cama dejando ver su gloriosa masculinidad.
-Eddie, cariño haz esto por mi, sabes que te amo- Susurré tocando sus piernas.
-¡Vamos mamá! Amas más a Nick y lo sabes.
-¡No es cierto!- Exclamé levantándome de la cama. -Edwart no puedes pensar eso- Me acerqué a él y le di un beso en la frente.
-Sí, sólo por que yo no te cuento las cosas ¡Hasta prefieres su equipo de fútbol! Admite que Liverpool es una mierda- Dijo.
-No digas groserías- Fruncí el ceño.
-Tu lo haces todo el tiempo.
-Sí, pero yo soy tu madre.
-Mamá- Se sentó en la cama por lo que yo también lo hice.
-¿Que?
-Tu sabes que no lloraré, no soy como Nick pero, ¿donde está papá? El otro día cuando estábamos en el colegio, James empezó a hablar de su padre y de lo mucho que le gustaba jugar a las luchas con él. ¿Nos conoció o sólo se fue para no estar con nosotros? Digo... no somo tan malos y tu nos amas así ¿por que él no?
-Eddie...
-Está bien no lo digas- Cerró los ojos, cogió el bóxer y se levantó para ponérselo.
-Cuando seáis mayores los entenderéis todo.
-Ya soy mayor.
-Tienes nueve años, Edwart.
-¿Y? Antes tenía ocho y ahora que tengo nueve tampoco lo dices.
-Estás muy guapo con bóxer. Eres sexy.
-¡Soy hermoso, lo sé! ¡Enamoro hasta a mi mami!- Gritó riendo. -¿Puedo dormir contigo?
-¿Que?- Edwart me había pedido eso muy pocas veces.
-Dormir contigo, ya sabes... como Nick.
-Te amo tanto a ti como a Nick, jamás pienses lo contrario ¿de acuerdo?
-Sí, sí ahora vamos- Tomó mi brazo guiándome a la puerta. -Vamos Santa. -Dijo. Lo solté y salió corriendo a mi habitación, pude ver sus pequeños músculos de la espalda mientras o hacía.
Pasé por la habitación de Nick y una tristeza recorrió mi cuerpo al pensar que lo dejaría solo hoy, pero está bien dormir con Eddie.
-La leche mamá- Pidió bajo las sábanas. Se veía pequeño en mi cama.
-Ah sí claro- Me di la vuelta y la busqué en su habitación. La televisión de Nick estaba encendida y entré para apagarla, sabía que ya estaba dormido. -Tu leche chico sexy.
-Gracias- Susurró cogiendo el biberón. Dios, seguía siendo mi pequeño y travieso Eddie.
Mi teléfono vibró en la mesita de noche y bufé estirando el brazo. Edwart estaba totalmente estirado en la cama y no me dejaba nada de espacio.
"Soy Gemma, puedes guardar mi número. Lo he hablado con Joseph y definitivamente te escogeremos a ti. Ahora, ¡Harry volverá a Londres! Pensé que como tenías una foto podría ser que aún lo quisieras y, sinceramente, he odiado a cada una de las novias que ha tenido. Le hablé sobre ella y no la recuerda, creo que fue un mal novio pero... en fin. ¡Nos vemos pronto!"
Espera, ¡¿QUE?! Harry vendrá a Londres y yo diseñaré el jodido vestido de su hermana. Suspiré dejando el teléfono donde estaba antes, yo ya superé a Harry, no necesito su ayuda o verlo otra vez. Me di la vuelta viendo la cara de Edwart, con su boca abierta y baba saliendo de ella. Lo amaba. Lo puse como la gente normal dormiría y pasé mi brazo sobre su espalda, cubriéndolo. Lo acerqué más a mi y besé su frente. No había estado con un chico después de Harry pero, ¿quien estaría con chicos teniendo mi corazón ya ocupado por unos niños revoltosos?
[...]
-¡Portaos bien niños!- Dije agitando la mano desde el coche.
-Claro mamá- Gritó Nick.
-No prometo nada- Gritó Edwart y comenzó a correr para llegar a donde sus amigos, Nick rió y salió igual que su hermano. Era difícil dejarlos aquí, aún recuerdo su primer día en preescolar. Sí... fue uno de los peores días de mi vida pero gracias a eso pude terminar la universidad y bueno, poder alimentar a mis hijos.
Subí la ventanilla y encendí el coche, a veces odio mi trabajo.
[...]
-Mamá- Hablaron los dos a la vez.
-¡No me habléis!- Grité tirando mi abrigo al sillón y caminé a la cocina para buscar un vaso de agua.
-Mamá, él empezó a molestarnos- Nick parecía arrepentido, pero estaba realmente enfadada.
-NO me importa Nickolas- Seguía gritando. Saber que mis dos pequeños angelitos habían pegado a un niño dos años mayor que ellos y le habían roto un diente era jodidamente molesto. -¡No quiero veros!
-Mamá- Murmuró Edwart. -Él empezó a molestar.
-No es motivo, Edwart.
-¡Él dijo que nadie nos quería por que no teníamos papá!- Exclamó Nick y se dio la vuelta dispuesto a subir a su habitación.
-Eddie...
-Nunca nos escuchas- Gruñó.
-Eddie, yo sí...
-Queremos un papá, Nick y yo.
-Edwart no podéis.
-¿Por que no?
-¡Nick!- Grité y a los pocos segundos ya estábamos todos sentados en el sofá.
Bien, les diré la verdad. Soy fuerte y puedo hacerlo.
-Nueve años- Susurré. -Sois niños.
-Mamá.
-Vosotros sabéis que yo me quedé embarazada muy joven ¿no?
-Obviamente- Bufó Nick.
-¿Y que más queréis saber entonces?
-¿Donde vive papá?
-No lo sé Edwart.
-No mientas- Gruñó.
-Lo digo en serio. Creo que vendrá a Londres pero no sé cuando ¿Se acuerdan de la chica que vimos ayer en la oficina? Es su hermana pero ella no sabe que vosotros existís y tampoco Harry.
-¿Harry?- Preguntó sorprendido Nick.
-Vuestro padre.
-Harry...
-Sí, Eddie.
-¿Y por que él no nos quiere?- Preguntó Nick molesto.
-¡No digas eso Nickolas! Él no sabe nada. Cuando supe que estaba embarazada yo ya no estaba con él y se había ido del país- Nueve años recuérdalo. -Yo... esto es mi culpa- Oh, vamos. No puedo llorar delante de mis hijos.
-No tienes que llorar- Dijo Nick.
-Nos tienes a nosotros- Dijo Edwart, solté una risita y los abracé más fuerte. Esto es lo que yo quiero tener siempre.
No necesitamos un hombre inmadura ¿verdad?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario