domingo, 21 de septiembre de 2014

Capítulo 7



Maratón 3/5

Me levanté preocupada de la silla y odiando más que nunca a Gemma. Su mirada seguía en mi y prácticamente corrí al baño de mujeres. Dios santo, estaba más guapo que nunca. Su pelo estaba ahora hacia atrás y los rulos en su frente habían desaparecido, sin duda estaba mejor ahora. Estaba más alto y algo más delgado, no lo recordaba bien del todo pero ¡Joder! Estaba caliente en ese traje de Armani. Mojé mis manos y desee poder tirar agua a mi cara, lamentablemente arruinaría todo el maquillaje. Salí del baño aún nerviosa, Harry ya no estaría ahí. Caminé a la velocidad de la luz hacia la puerta y fui hacia el coche, me apoyé en la puerta cerrada y puse las manos en mi cabeza.

la música se podía escuchar desde aquí y pensé en lo genial que sería la fiesta si no tuviera que estar preocupada por los gemelos con falta de neuronas que seguramente están comiendo como locos en vez de buscar a su padre para verlo.

-¡____!- Escuché el grito de alguien que venía desde la puerta de entrada. -Edwart o Nick, ni puta idea pero, oh dios- Respiraba con dificultad y mi corazón comenzó a acelerarse.

-¿Que paso?

-Ellos, oh mierda, cualquiera de los dos, ¡Esto es difícil! Bueno pondré a Nick- Su cara brillaba por la confusión. -Harry salió del salón después de que los dos se miraron- Levanté una ceja.

-¿Y?

-Harry salió corriendo, ni idea de por que pero subió las escaleras y al bajar se encontró con Nick y luego los dos empezaron a gritar. El asunto es que Nick estaba algo raro y después de que los dos gritaran perdió el equilibrio y se calló por las escaleras.

-¿Cuantos escalones?

-La mayoría- Gritó.

-No es un plan para que vea a Harry ¿Verdad?

-Tu hijo está tirado en el suelo con Harry encima de él y un niño igual a su lado ¿Que otra cosa necesitas?

No hizo falta que dijera nada más y comencé a correr, no sin antes quitarme los tacones para poder hacerlo más rápido. Fui a una escalera pero no había nada, la fiesta seguía igual y comenzaba a dudar. Caminé hacia la otra escalera que había.

-¡Mamá! ¡Mamá!- Gritó Nick, la voz lo delataba y las piernas me flaquearon.

-¿Donde está Edwart?- Pregunté. Nick movió su dedo en una dirección y me quedé helada. Harry estaba sobre él dándole pequeños golpes en la mejilla. -Si esto es uno de vuestros malditos planes estáis muertos- Gruñí.

-Nunca haría un plan que ponga en riesgo a mi gemelo- Bufó.

Sangre.

Corrí hacia Edwart. Esto había sido una mala idea desde el principio, lo sabía y sin embargo expuse a mis hijos. Llegué a un lado de Eddie y cogí su cabeza en mis manos, mirando sus ojos cerrados y algunos rasguños en la cara, miré la escalera y las ganas de ser yo la que me hubiera caído en vez de él aumentaron. Harry me miraba incredulo y notaba algo de preocupación en su mirada. Lo miré y le pequé fuerte en su hombro para que saliera de encima, me hizo caso con los ojos abiertos y me puse yo en su posición. Esto era demasiado para mi, los temblores por ver a Harry no se detenían y tube que reaccionar para darme cuanta de que estab perdiendo una gran cantidad de sangre.

Lo levanté del suelo en donde estaba tirado y lo cogó con cuidado en mis brazos, lagrimas salían de mis ojos. Las manos me temblaban y tuve miedo de que Eddie se me cayera de los brazos. unas manos a demás de las mías cogieron a Eddie con fuerza. Toqué su cabeza y salía sangre de ella. Joder.

-Rápido- Gruñí corriendo hacia el coche.

-Le podría causar algún daño que me moviera bruscamente- Murmuró Harry. El miedo que debe haber sentido Eddie al caerse me recorrió y me encontré sollozando con la cabeza en el volante. 

-Debes darte prisa si no quieres que lago grave le pase- Gritó Harry.

Limpié las lágrimas con los dedos.

-¿Que es esto?- Susurró, miré por el espejo y lo vi con las manos sosteniendo la cabeza de Eddie y acariciando su mejilla, estaba inconsciente. Dios mi Eddie.

-Pudrete- Casi grité dentro del coche, lo único que quería hacer en este momento era ahorcarlo por haber aparecido en esas escaleras y asustar a Edwart, a demás de que ahora mi otro hijo debe de estar muy asustado.

[...]

-¿Como que mi sangre no le sirve? ¡Soy su madre!

-A veces los padres tienen la sangre má-

-¡Ya lo entendí!- Grité frustrada. Miré a Harry que estaba con las dos manos en su cabeza y parecía no poder asimilarlo. Harry siempre ha tenido miedo a las agujas, como Nick.

-Oye- Toqué su hombro. Mierda todo era culpa de él y de sus rulos sexys.

-¿Que es todo esto?- Murmuró.

-Necesita tu sangre- Pedí. -Mira, se que tu y yo no hablamos desde hace demasiado tiempo ¡Y está bien! Pero Edwart te necesita y joder por favor, hazlo. Te pagaré lo que sea pero hazlo- Me senté en el asiento que estaba a su lado y llevé las manos a mis ojos. Harry me miró extrañado. -No lo cuidarás después solo dale la sangre, no te dolerá lo prometo pero dásela.

-¿Por que necesita mi sangre?- La universidad no le sirvió de nada.

-¿Puedes hacerlo o no?

-Si claro pero ¿Quien es?

-Mi hijo- Puse mis manos en la boca. Oh.

-¿T-tu hijo?- Dijo nervioso. Asentí. -¿Cuantos años tiene? Habían dos iguales y...

-Nueve y no preguntes nada más, solo ves donde el doctor y ayuda en algo, no lo has hecho durante nueve años- Sus ojos se abrieron de golpe y entendí lo que había dicho.

-Yo no...

-¿Tu eres el que donará la sangre? Ven por aquí que te haremos algunos exámenes. ¿Cuando fue tu último tatuaje?- Dijo mirando los brazos de Harry, y yo también.

-Dos años.

-Entonces sígueme.

[...]

Entré al cuarto y pude respirar de nuevo. Eddie no estaba mal del todo, solo había perdido una buena cantidad de sangre para para ser tam pequeño fue bastante. Dios, pensé que lo perdería.

Ver a Harry en una camilla al lado de Edwart con cables que los conectaban a los dos era... raro. Cuando dejé ir a Harry jamás pensé que volvería.

Él me había buscado y yo me había ido. Alejé a los gemelos de él ¡Los gemelos! ¡Nick!

Cogí mi teléfono asustada, me había olvidado de Nick, esto no podía ser bueno.

-¿Si?

-Gemma soy ____ por favor dime que Nick está contigo y que está durmiendo feliz ahora ¿Ha comido? Mierd-

-Tranquilízate mujer, Nick está con mi mamá, como sabrás querida ___ los novios después de la fiesta de van a un hote-

-¡Ya!

-Tenías que saberlo ¿Como está Edwart?

-No, no tenía, adiós pásalo excelente en el hotel- Dije y miré a Edwart. -está mejor, nos vemos pronto- Colgué.

Miré a Harry, no se si estaba dormido o no pero no se movía, después miré a Edwart, eran tan malditamente iguales, solo que Harry mide dos metros más y está mucho más bueno peeeerooooo, no puedo pensar que mi hijo está bueno así que queda así.

¿Y ahora de donde sacaba el número de Anne? Ella en ningún momento me lo dio.

¡Harry!

Oh claro, estaba inconsciente.

Miré por toda la habitación y cuando  me di cuenta de que tenía contraseña emití un gemido. Cuatro números, puedo hacerlo. ¿Y si lo bloqueaba?

¿Su cumpleaños? 0102. No.

¿El mio? Reí, que tonta soy.

Harry comenzó a mover sus brazos. Quezás estaba despertando.

-Dime tu contraseña Harry- Se movió algo teso en su camilla y murmuró algo parecido a "cero".

Probé con cuatro ceros y la pantalla se desbloqueó dejando ver un fondo blanco. Emotivo.

Podría mirar tantas cosas, pero me tenía que concentrar. El número de Anne.

La encontré como Anne Styles. ¿Que? ¿No la llamaba mamá?

Que mal hijo era. La llamé desde su mismo teléfono, obviamente tendrñia saldo ¡Era millonario!

-¡Harry! Te apuesto mil dólares a que no sabes con quien estoy- Dijo emocionada. -¡Tu doble! Si... pero más pequeño. Su nombre es Nickolas y no me quiso decir su apellido.

-¿Anne?- Murmuré, Harry comenzó a mover la cabeza.

-¿Quien habla? Si eres alguna novia de Harry no me llames Anne! Dijo enfadada. Reí nerviosa mientras miraba a Edwart.

-Soy ____.

-¡Cariño! ¿Que haces tu con Harry y llamándome a estas horas? ¡Oh! No me digas que...

-¡No! Solo llamo para preguntar como está Nick.

-¿El doble de Harry?

-Sí.

-Está bien, está comiendo mucho y eso que es temprano, me imagino cuanto comerá en su casa- Reímos. -¿Como lo conoces?

-Eso no importa- Dije. -Lo iré a buscar en unas horas más, dile que mamá llegará pronto.

-Yo se lo diré pero ¿lo conoces?

-Créeme que si.

-Bueno, entonces seguiré preparándole cereales- Dijo y colgó. Ahora podía estar más tranquila.

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